El dibujo simbólico que recoge nuestra Portada y que ilustra el reflexivo artículo de Las Almas Gemelas es la carta del Tarot nº 6 llamada los Amantes. Dentro del profundo y muy variado significado que nos relatan las imágenes de esta clave destacaremos el de la intrínseca igualdad en esencia y misión del hombre y la mujer, expresados en diferentes constituciones que se complementan y corresponden.



Vemos como el ser humano masculino y el ser humano femenino están en la lámina a la misma altura y a la misma distancia del Santo Angel Guardián o Yo Superior, estando ambos completamente desnudos.

La hostilidad que se vive entre el hombre y la mujer son sólo el resultado de una concepción errónea acerca de la realidad de sus constituciones y sus respectivas funciones. En el artículo sobre el Arca de la Alianza podremos leer, por medio del símbolo, sobre la gloriosa constitución del ser humano, que tan válida es para uno u otro sexo. También Torkom Saraydarian en su trabajo sobre El día de la Madre nos expone su punto de vista sobre el ideal de la función de la maternidad.

En el presente, la humanidad se encuentra ya en el proceso de restaurar a la mujer en su lugar correcto de igualdad con el hombre. Sin embargo para hacer de esa igualdad una realización y no simplemente una racionalización es necesario conocer los principios del eterno masculino y del eterno femenino que se expresan en todos los ámbitos de la creación. Es preciso saber que las constituciones individualizadas de un hombre en comparación con las de una mujer tienen un énfasis diferente. En el hombre las áreas de proyección y recepción son opuestas y complementarias de aquellas de la mujer.

El hombre es relativamente más proyectivo e iniciador (polaridad masculina) en los planos físico y mental, las mujeres son más receptivas en esas áreas. La mujer es más proyectiva e iniciadora (polaridad masculina) en el plano emocional, creativo y espiritual, mientras que el hombre es más receptivo en ellos.

Esto los hace manifestarse opuestos pero complementarios, de manera que cada uno da al otro, por un intercambio en los diferentes planos de expresión, el tipo de energía o vibración que ambos necesitan para el despertar espiritual que van consiguiendo, mientras recorren, con dedicación, el Sendero del Retorno.

José Luis Caritg,
Director


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