Este ejemplar de Escuelas de Misterios es especial en el aspecto de que está concentrado en la Sanación Espiritual. Desde los primeros manifiestos rosacrucesdel siglo XVII hasta la Doctrina Secreta de Helena Petrovna Blavakski (publicada en el año 1888), siempre se ha afirmado que los iniciados en la Sabiduría Eterna son necesariamente sanadores. Es evidente que cuando un hombre o mujer actúan como alma en sus diferentes relaciones, curan, estimulan, y vitalizan, puesto que son transmisores de las fuerzas espirituales del universo. El ser humano que está en íntima armonía con el Orden del Universo y que es sanador consciente, nunca puede permitirse los complejos de poder, los impulsos personales del ego o el orgullo espiritual. Todos estos son lujos que él no se puede proporcionar.

Como es bien sabido, existen múltiples métodos de sanar o curar, la mayor parte de ellos válidos, ya que emplean la energía razonablemente y la aplican con amor y ciencia. Pero lo que nunca hay que perder de vista es que, en realidad, sólo existe un Unico Sanador y que todos los demás son canales para este Principio Creativo y Curativo del Cosmos. Por este motivo, la enfermedad se curará si ya no es más de beneficio para el enfermo, tal como se explica en el artículo de «Portada». Esa es la razón por la que la sanación o la curación no es siempre absolutamente infalible. Cualquiera que garantice la sanación, no dice la verdad sobre ésta.